Maiso Ópticos
La primera intención era que el local se abriera, fuera transparente, invitara a entrar y tuviera una presencia notable desde la Gran vía, como un imán. Y por otro lado que iluminara y saneara un pasaje casi muerto por la poca actividad que tenía.
Como si de una caja preciosa, delicada, de cristal se tratara sus fachadas serán de vidrio transparente, sin perfilería, con un acceso principal desde la gran vía y otro, para minusválidos, desde el pasaje.
Una superficie continua blanca, como si de una lámina de papel se tratara, se va doblando para adaptarse al local con una estructura existente muy marcada. Con este planteamiento se quiere conseguir uniformidad en la intervención y una imagen de choque, curiosidad, rechazo o sorpresa para los transeúntes.
La iluminación directa de dentro hacia fuera, ubicada en la lámina blanca, iluminando las exposiciones nos invitará a entrar. Por otro lado la iluminación indirecta, de recogimiento, ubicada detrás de la lámina, nos indicará que su actividad ha acabado por hoy.
Para finalizar un mostrador de DM lacado de blanco, alargado, se recoge en sí mismo en la zona de mostrador y se abre en la zona de atención al público para albergar las mesas.