Edificio Repartidor
Para iniciar el proyecto se quiso plantear un sistema abierto, una estrategia que pudiera servir tanto a este proyecto de viviendas como a otro. Un sistema diferenciando claramente dos tipos de espacios. Unos «espacios servidores» objetivos, independientes del lugar y unos «espacios servidores» subjetivos, sensibles con el lugar donde se encuentra el edificio.
Los espacios servidores se compondrán de una serie de elementos agrupados que necesitan estar conectados a acometida de redes verticales de instalaciones, elevación y accesos. Unas agrupaciones que variarán en función del programa de cada vivienda y que se realizan en el centro del solar llamándole núcleo central de servicios.
Al ubicar los espacios servidores en el centro del solar se nos liberaban los espacios que dan a las fachadas, espacios servidos. Unos espacios sensibles con el entorno y características del lugar. Unos espacios que permitirán adecuarse a las necesidades del cliente final al poder ser flexibles en su distribución.
Esta flexibilidad en la distribución queríamos que también se reflejara en las fachadas. Unas fachadas cambiantes que marcarán la inestabilidad de la distribución interior originando una composición aparentemente desordenada. La fachada principal con tonos rojizos expresa el movimiento de la calle y la fachada posterior con tonos azulados expresa la tranquilidad de un patio interior de manzana.