Ludoteca La Peonza
Un edificio público es un conjunto de espacios que da servicio a los ciudadanos, dialoga con la ciudad, no perjudica el entorno.
Una ludoteca ha de ser percibida simultáneamente como un lugar seguro para los más pequeños, un espacio de cultura y aprendizaje para todos, un nodo de conexión con la comunidad vecinal.
Por este motivo, se decide trabajar con la transparencia que invita a la visita, el recogimiento que facilita la seguridad, el dinamismo que estimula la conexión… para conseguir un volumen de escala apropiada a su entorno: una nueva presencia en el mismo centro del barrio.
Así, las decisiones del proyecto son las siguientes:
Transparencia y filtro. El edificio se presenta a la ciudad como un volumen sólido cerrado por cerramientos que proporcionan privacidad y seguridad sin perder la transparencia de las perforaciones que acentuan el caracter público del edificio.
Aire y luz: siguiendo criterios de sostenibilidad ambiental, el volumen edificado se abre transversalmente, facilitando la ventilació cruzada y la iluminación natural, así como vistas a los espacios exteriores.
Materiales y tiempo. Respecto a la elección de los materiales y su evolución en el tiempo, el proyecto parte de tres premisas básicas: Economia, Sostenibilidad y Flexibilidad.
Optimización en las circulaciones. El programa del proyecto intenta minimizar al máximo los recorridos y pasillos para acceder a cada una de las estancias.
Para finalizar, la gemometría del edificio responde al trazado que hace una peonza cuando está en movimiento, relacionándolo directamente con el nombre que se le ha asignado a este nuevo equipamiento.