Restaurante Catedral
Nos encontramos un local alargado, estrecho y con unos pilares que condicionan de forma significativa el espacio, así como un patio interior a diferente altura.
La propuesta estructura el local en dos zonas claramente diferenciadas: espacio servidor y espacio servido.
Un espacio servidor, “contenedor”, albergará todo el programa funcional necesario para el restaurante; cocina, bar, aseos, despacho, vestuarios, neveras,… destacando la barra de bar que proporciona un contacto directo con la clientela, la cocina revestida parcialmente de cristal que permite ver como se trabaja y una vinoteca (diseñada para este proyecto) que muestra la variedad de vinos que el comensal puede tomar.
Un espacio servido, diáfano y limpio en su organización, donde se dispondrán todas las mesas, altas en la zona de bar y bajas en la zona del restaurante. Un gran espacio que se verá interrumpido, velado, por unas celosías que darán privacidad entre las mesas y acortará la sensación de tubo del local.
A su vez entendemos y tratamos el local como una doble fachada, la principal que da acceso al restaurante desde la calle portales y la del patio interior que dará luz a la zona más en penumbra del local. Fachadas acristaladas que se abrirán por completo para que el restaurante se vincule con la calle-patio y viceversa.
Por condicionantes propios del local y su normativa la altura libre será de 2.60 m en el espacio servido y de 2.40m en el espacio servidor para dejar espacio al paso de instalaciones.
Como la organización del programa, sencillo y claro, así se plantean también los materiales. La cerámica será el material protagonista del restaurante. El elemento contendor irá revestido en su parte exterior de cerámica terracota clara y todo su interior (bar, cocina, vestuarios, baños, vestidor y despacho) será de cerámica blanca vitrificada. La sencillez y elegancia del material base, la cerámica, creará un paralelismo con la cocina que se servirá en el restaurante La Catedral. La madera de roble clara para el mobiliario de mesas, sillas y estanterías, acabará de dar la calidez y elegancia al local. Para finalizar, un pavimento de terrazo continuo blanco unificará tanto el espacio del restaurante como su patio interior, dando una sensación de continuidad entre ellos.
Una iluminación sencilla y básica, suspendida del techo y mostrando su instalación, acabará de dar la calidez necesaria al local y comensal.