Tienda cocinas Mítica
Comenzamos el proyecto planteándonos dos preguntas: cómo diferenciar las diferentes zonas expositivas sin recurrir a las divisiones físicas y cómo aplicar una estrategia común tanto al local (interior) como al patio interior de manzana (exterior) que unificara toda nuestra intervención.
El resultado fue crear unos pórticos, bandas, perpendiculares al sentido longitudinal del local, y no paralelos entre sí. Este planteamiento nos proporcionó dos ventajas: reducir la sensación de tubo del local y tener diferentes espacios (zonas expositivas) variables, tanto en altura como anchura, dentro de un mismo espacio, local.
Para enfatizar la diferencia entre los pórticos se separan entre sí 15 cm y se ilumina el foseado resultante. A su vez, se aprovecha este espacio para albergar todas las instalaciones como climatización, incendios e hilo musical.
El patio interior de manzana, pensado como una prolongación del local, se organiza aplicando la misma estrategia que en su interior. El resultado es la aparición de unas plataformas de hormigón blanco con un estanque de agua, reflejando su entorno, rodeado con grava gris oscura. Por último, unos árboles colocados arbitrariamente en el patio nos recordarán lo que pudo ser en su origen este espacio.